EL MISTERIO DE LAS ABEJAS ZOMBIES

Foto: John Hafernik

Es de noche y se escapa de la colmena sin rumbo impulsada por un instinto desconocido. Vuela perdida hacia ninguna parte como si estuviera pose铆da. Encuentra una luz y empieza a darle vueltas sin sentido hasta que muere.

Por la ma帽ana pasa un entom贸logo de la Universidad de San Francisco State y la recoge. Cada ma帽ana aparecen decenas de abejas muertas bajo los focos de la facultad de biolog铆a. Son buena comida para las mantis religiosas que tiene en su laboratorio.

Pero algo imprevisto ocurri贸: “las dej茅 dentro de un vial en mi escritorio y me olvid茅 de ellas. Entonces cuando fui a buscarlas tras una semana vi todas esas larvas de mosca rodeando las abejas”, explica el profesor John Hafernik.



El abdomen de las abejas estaba abierto y de los cad谩veres estaban saliendo larvas par谩sitas. ¿Habr铆a alguna relaci贸n entre ellas y el hecho de que las abejas se concentraran alrededor de los focos de luz? Eso es lo que confirm贸 el profesor Haferick con su art铆culo publicado el pasado enero de 2012 en la revista PLOS ONE: cuando una mosca par谩sita infecta a una abeja, manipula su comportamiento para alejarla de la colmena como un zombie y que sus larvas nazcan en un entorno propicio para su supervivencia. No es algo tan extra帽o en la naturaleza.

Adulto hembra A. borealis. 

Par谩sitos que modifican el comportamiento de sus hu茅spedes
Parece ciencia ficci贸n, pero hay hormigas que al ser infectadas suben a lo m谩s alto de la hierba para facilitar que las vacas se las coman. Un crust谩ceo que se acerca a la orilla de los r铆os para dejarse comer por los patos si est谩 pose铆do por un par谩sito que s贸lo se reproduce en el cuerpo de aves. Y hongos que cuando infectan insectos les hacen subir a lo alto de los 谩rboles para que al explotar sus esporas se esparzan mejor. El objetivo siempre es el mismo: facilitar que el par谩sito pueda cumplir su complejo ciclo de vida.
Quiz谩s el ejemplo m谩s peculiar es el del toxoplasma; un par谩sito unicelular que se reproduce s贸lo en el cuerpo de los gatos. Los gatos expulsan sus larvas por las heces, y de alguna manera deben encontrar un cuerpo donde crecer hasta la etapa adulta, y luego ver la manera de regresar a otro gato para empezar un nuevo ciclo. Los ratones representan su mejor opci贸n. Son f谩ciles de infectar porque frecuentan los ambientes sucios, constituyen parte de la dieta de los gatos.
Los par谩sitos son seres muy peculiares. Suelen reproducirse en el cuerpo de un organismo, pero crecer en otro. Y han dise帽ado un sinf铆n de estrategias para ir pasando de un cuerpo a otro.
En un experimento ya cl谩sico, Manuel Berdoy de Oxford puso ratones infectados y no infectados en un laberinto donde en ciertos rincones hab铆a or铆n de gato, y observ贸 que los ratones no infectados evitaban pasar por la zona mientras que los infectados se mov铆an con indiferencia. Demostr贸 que el toxoplasma hac铆a que los ratones perdieran el miedo a los gatos.
Abejas a la deriva
El estudio con abejas del profesor John Hafernik ha tenido mucha repercusi贸n como posible factor importante en el dram谩tico declive de las poblaciones de abejas en EEUU. Los investigadores est谩n realizando estudios en otras 谩reas para confirmar el alcance de esta infecci贸n.
Tanto como el aspecto ecol贸gico, investigar c贸mo a nivel fisiol贸gico el par谩sito modifica el comportamiento de las abejas infectadas es el gran misterio que los cient铆ficos desean responder.
  • Referencia: Core A., Runckel C., Ivers J., Quock C., Siapno T., et al. 2012 A New Threat to Honey Bees, the Parasitic Phorid Fly Apocephalus borealis. PLoS ONE 7(1): e29639. doi:10.1371/journal.pone.0029639
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